Resulta que un día estaba sentado en el patio español, en el tercer piso, de la empresa pública donde trabajo, la cual por razones éticos me voy a ahorrar el nombre; cuando de repente empieza a llover bastante fuerte y siento gotas sonando. Cuando miro hacia arriba noto que se esta filtrando agua, decido, como es lógico, llamar a mantenimiento para que vengan a resolver:
Yo: Alo!!! mantenimiento??
Muchacho: si, diga.
Yo: nada le llamo para informarle que en patio español del tercer piso se está filtrando agua.
Muchacho: bueno, aquí no hay nadie, y yo no voy para allá.
Yo: que no hay nadie??, oiga se esta metiendo mucha agua.
Muchacho: le dije que aquí no hay nadie.
Nada sigo terminando lo que estaba haciendo, pero al cabo de un rato, veo que no ha cesado de llover y ya el agua había subido como 3 pulgadas y decido volver a llamar:
Yo: alo!!, es la persona que llamó hace un rato.
Muchacho: anja!!
Yo: mira ya el agua ha subido como 3 pulgadas, vengo a hacer algo.
Muchacho: mi hermano, que aqui n hay nadie.
Ya me estoy preocupando al ver la situación, y decido quedarme un rato mas a ver que pasa. Al cabo de una hora ya el agua había subido casi hasta la altura de la ventana, vuelvo a llmar por última vez:
Yo: olle, el agua está hasta la ventana.
Muchacho: dejalo asi, aqui no hay nadie todavía.
Ya harto de avisar decido irme a mi casa y olvidarme de seguir insistiendo en vano para que resuelvan la situación. Al día siguiente cuando llegué a trabajar ví el alboroto de todos los empleados sacando agua y tratando de recuperar los papeles que se le habían mojado, me retiré un poco no me quedó mas remedios que hecharme a reir.
Este suceso plasma claramente, la situación en las que se desenvuelven la mayoría de las empresas del estado, donde cada quién está por su cuenta, atento a que entró a trabajar apadrinado por una figura política, por lo que piensan en actuar a su antojo y no desempeñar eficientemente sus funciones.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario